Es extraño, me encontraba recordando algunos sucesos de mi juventud, aquella tarde en que llegue a la aterradora conclusión que nuestros recuerdos están intrínsecamente relacionadas con las personas con quienes los vivimos.
Recuerdo con claridad el verano del 98 porque solía verme muy a menudo con un amigo del barrio, a quién le tengo un gran cariño, a jugar todo tipo de juegos: canicas, taps, trompos, etc; lo que pasa entonces es que no puedo recordar nada de ese verano que no estuviera relacionado con él, de modo que si por azar del destino me olvido de ese amigo, habría olvidado aquel verano también.
Solíamos pasar toda la tarde juntos, después de almuerzo hasta el anochecer y a veces desde muy temprano del día siguiente. No recuerdo pasar mucho tiempo con mis padres pues estaban siempre ocupados, o al menos esa era mi percepción, de todas formas los veía a la hora de comer pero no era algo demasiado emocionante, por lo general a esa edad uno no piensa en comer, de echo yo odiaba comer, me quitaba tiempo que podía gastarlo en seguir jugando y riendo afuera de casa.
Claro que pasaba tiempo solo también, pero esos archivos no están en mi memoria, sé que así fue porque aún lo hago, es una buena practica para meditar y descansar del bullicio pero no es algo que de todas formas valga la pena recordar alguna tarde mientras llueve y uno se esta tomando un café caliente sin azúcar.
Aquel verano de 1998 esta presente porque aún frecuento a aquel amigo y mucho más aterrador, porque ese amigo aún esta con vida. Es muy común que cuando la vida de una persona llega a su fin, su familia y circulo más cercano, con el tiempo tienen que adaptarse a estar sin esa persona, tienen que superar desde luego la perdida y casi de manera subconsciente lo van eliminado de sus recuerdos para no extrañarlo demasiado y no duela tanto, poco a poco aceptar que no volverá.
Si la persona fue muy cercana a nosotros y además tuvimos años de convivencia activa, tal vez nunca queramos eliminar sus recuerdos o incluso ni siquiera podamos hacerlo; pero de lograr eliminarlos con el paso de los años, tal vez sin darnos cuenta habremos borrado también parte de nuestra identidad al punto de no poder reconocernos al mirar atrás.
¿Quiénes seriamos si no tuviéramos recuerdos?
A veces no se quien soy, lo olvido por momentos y no recuerdo a nadie, pero también a veces quiero recordar y no hallo de donde agarrarme...Por motivos que no termino de comprender me he ido olvidando de algunos otros veranos y solo recuerdo a algunos otros amigos... pero no llevo la cuenta de cuantos estoy dejando de lado después de 30 años, poco a poco he dejado de ser el mismo de siempre, ¿quién soy entonces?
No sé quien soy.
Comentarios
Publicar un comentario